El
descubrimiento del catalán casi imposible de oír ni en la calle ni en los media…
¿Por
qué mots encreuats o mots enreixats, como definió Tísner a sus
crucigramas y no *creugrames en catalán? No ignoro que la reforma
lingüística de Pompeu Fabra buscaba también, como efecto colateral seleccionar un
estándar de lengua que se diferenciara lo más posible del castellano «invasor»,
de modo y manera que se rompieran los puentes de entendimiento entre ambas
lenguas, que fuera de Cataluña se oyera el catalán como una lengua auténticamente «extranjera»,
obviando los innumerables lazos léxicos y estructurales que hay entre una y
otra y que, con un mínimo de buena voluntad, de conocimientos gramaticales, un
amplio vocabulario y un poco de latín escolar
permite una comunicación fluida entre hablantes del castellano y el
catalán sin apearse de la propia lengua y, obviamente, sin necesitar un
traductor.
Los puristas son los principales enemigos de la comunicación,
aunque se presenten como los primeros defensores de la lengua. Para ellos, como
lo era un profesor que tuve en la Facultad y que, para su mal de piedra, nos
enseñaba Sintaxis de la lengua española, la invasión del castellano en Cataluña
había roto definitivamente el ecosistema sonoro de la lengua, porque se perdían,
al contacto con el «todopoderoso» castellano, la «preciosa» fonética primigenia
del catalán tal y como se había hablado siempre en Cataluña desde el nacimiento
del idioma, allá por… (y en este suspense cada cual pone la fecha mítica que
más le cuadra; y aun algunos se remontan, como los vascos con el vascuence, al
Génesis…). El purismo tiene algo de secta preconciliar católica. Es algo así
como un Lefevrismo que prefiere resucitar el latín, ya puestos, declarando la
inequívoca condición de dialectos deturpadores del mismo que fueron, en su día,
las lenguas vulgares. La resistencia a ultranza antes que humillarse al «mestizaje», como acabo de ver
en Código 46, de Michael
Winterbottom, una película futurista en la que la koiné dominante mezcla
el inglés, el italiano, el francés y el castellano… ¡Menudo debate «nacional»
entre el famoso vaixell y el barco supuestamente castellanizado;
como entre el petó y el bes o el got y el vas…
Ganas, en definitiva, de buscar bronca y de rezumar la caspa del supremacismo
identitario.
Soy una persona muy aficionada a los crucigramas y, en
especial, a los de Fortuny, en La Vanguardia, porque, muerto Peko, el autor de
los de El País, no hallé mejor relevo para él. En el libro de crucigramas que
editó junto con los de Màrius Serra en catalán me faltaban por hacer estos. Ya
los he acabados. De 100, solo 7 los he hecho sin cometer fallos, y en los
demás, el rango de letras equivocadas va desde 1 a 30, en los días más espesos
y aciagos. Me he divertido lo que sí está escrito, y, el deber final ha sido
este: ir a buscar al diccionario todas y cada una de las palabras que
desconocía o que había oído y/o leído muy pocas veces.
Está claro que toda lengua posee un caudal léxico
inalcanzable para los usuarios, excepto que se sea lexicógrafo, se disponga de
una memoria eidética y uno haya preferido sumergirse en los lexicones antes que
en la vida. Salvo en ese caso, el resto de los mortales podremos tener un vocabulario
mayor o menor, pero jamás nos acercaremos a una competencia máxima. Recordemos
que los lexicones han tenido a bien introducir en ellos términos científicos de
numerosas disciplinas que nos dejan a los profanos totalmente a oscuras: la
botánica, la zoología, la química, etc., añaden al diccionario una dimensión
técnica poco menos que imposible de dominar. Por otro lado, ciertas actividades
humanas muy especializadas como la agricultura, la ganadería, la pesca -¡y todo
el lenguaje de lo relacionado con el mar, la náutica, etc.!- y otras similares,
con las que la mayoría de la población ha perdido contacto, tiñen de oscuro,
muy oscuro, buena parte de esos diccionarios que alimentan los crucigramas en
los que encontramos tales términos como quien halla piras preciosas,
maravillosas, pertenecientes a mundos ignorados pero que, como quería Eluard,
están en este nuestro de cada día, tan urbano, tan chato, tan inexpresivo…
Comencemos
por donde toca, por el principio y veamos tes muestras de voces poco usuales,
al menos para quien tiene el catalán como segunda lengua: Acaule. adj.
[BO] De tija tan curta que sembla inexistent, ja que en ésser molt curts els
entrenusos, les fulles surten totes juntes fent una roseta a la base. El
plantatge i l’atzavara són plantes acaules. Acopar. 1 1 v. tr.
[LC] Tancar, cloure, (allò que és badat o desplegat). Afrau. m.
Congost. [LC] [GL] Vall estreta i pregona entre muntanyes. Los entendidos advertirán que tomo las
definiciones del diccionario del IEC, que viene a equivaler a nuestra RAE, aunque
me temo que con más carga ideológica.
No son
pocas las palabras que se usan también en español, aunque acaso, como pasa en
catalán, no con la frecuencia de uso que nos gustaría a los amantes de voces
tan nuestras como aguisar/ Aguisar. v. tr. [LC] ant. Preparar,
disposar d’una manera convenient o glabro/glabre. -a. adj.
[BO] [ZOA] [MD] Mancat de pèls. Glabro, por cierto, la recoge Dimas
en Mas en su diccionario El tesoro olvidado. Atresia/ Atrèsia. f.
[MD] Absència congènita d’un orifici natural o oclusió de la llum d’un òrgan
tubular. Basilar/ Basilar. adj. [MD] Relatiu a la base,
situat a la base, que serveix de base. Ossos basilars del crani. Artèria
basilar. Drupa/ Drupa -es. f. [BO] Fruit carnós amb
l’endocarpi llenyós i dur, el pinyol, que enclou una sola llavor. Estol/
Estol. 1 m. [TRA] Grup de naus d’un mateix bàndol. 2 m. [LC] Colla 1
1 . Un estol de noies. En este caso de estol, que el español toma del
catalçan, restringimos el significado a «comitiva, acompañamiento», lo que
amplía notablemente sus posibilidades de uso. Labro/ Labre. 1 m. [ZOA] Peça imparella de l’aparell
bucal dels insectes, situada en posició dorsal respecte a les altres i
articulada amb el clipi. 2 m. [ZOA] Vora externa de certes conquilles univalves,
que tiene su justificación en el hecho de formar parte de lenguaje científico
cuyas raíces grecolatinas lo uniformizan en no pocas lenguas. En otras
ocasiones, disponemos de idéntica palabra y muy diferente significado, es el
caso de Quisca. 2. f. vulg. Chile. Cierto tipo de cuchillo o arma
blanca. 3. f. pl. coloq. Chile. Cabello tieso y Quisca. f. [LC] [MD] Brutícia adherida a la pell o als
pèls, si bien una apasionante investigación etimológica nos iluminaría con alguna
luz esa diferencia. Saín/Saïm. 1 m. [LC] Sagí 1 1 .2 m. [LC]
Llard, palabra en la que hasta el sinónimo de la definición forma parte del
léxico castellano, con la larda, la grasa de los cetáceos o el lardero
del «jueves lardero» del inicio de la Cuaresma, el «dijous gras» del catalán.
Otras voces, como Sialismo/Sialagog. 1 adj. [MD] Que estimula
la formació de saliva.2 m. [MD] Medicament sialagog compartern el prefijo
helénico, σίαλον, 'saliva',
lo que las acerca enormemente y facilita su comprensión en ambas direcciones. Finalmente,
Ustorio/Ustori. adj. [LC] Que té la propietat de cremar, que no pueden
dejar de ser iguales en razón de su condición de cultismo procedente del latín:.
ustor, -ōris. Entre Chusma y Xurma. 1 f. [LC] [HIH]
Conjunt de galiots d’una galera. 2 f. [LC] Conjunt de gent baixa, vil. por
ejemplo, no hay más que diferencias fonéticas, algo que se traslada a la grafía
y da la falsa impresión de una distancia entre ambas que no existe, lo que se
demuestra en cuando nos acercamos al origen etimológico de la palabra. A veces,
por el contrario, se muestra a simple vista el origen común etimológico, como
pasa con artero/ artec. Artec -ega. adj. [LC] Enginyós a
trobar la manera, el camí, etc., d’aconseguir el fi que es proposa, ambas
procedentes del latín ars artis.
Siempre es una fuente de sorpresas el diccionario y, a poco
que uno disfrute algunas tardes de él, son muchos los hallazgos que le dejarán
boquiabierto, bocabadat, dado el acervo de voces que solemos ignorar que
están a nuestra disposición. En los crucigramas aparecen como por ensalmo, por
el arte de los cruces no genéticos; pero en la vida corriente puede pasar toda
una vida sin que hayamos escuchado o leído ciertas palabras. Para evitar esa
circunstancia nació mi afición a la lectura de diccionarios, para haberme dado
el gusto de, al menos, haber conocido todas las voces de que disponemos en el archivo
oficial de las mismas, por más que esa magna obra no agota, ni mucho menos, la
realidad léxica de nuestra lengua, y ahí están los diccionarios de argot, de
voces extranjeras, de terminología pluridisciplinar, etc. ¡Una fuente inagotable
de lecturas apasionantes! Y todo ello con la convicción de que tal dedicación
ni te hace más inteligente ni más informado ni, ¡hasta me atrevería a decir!, mejor
persona, aunque sobre esto último tengo mis reservas.
Yendo de unas lenguas a otras, del español al catalán, al
gallego, al portugués, al inglés, al italiano y al francés -ahí se acaban los límites
de a lo que uno puede acceder por escrito, en algunos casos con archinotable dificultad-,
se da uno cuenta de los lazos que hay entre todas ellas, de ahí que el Diccionario
etimológico indoeuropeo de la lengua española, de Edward A.Roberts y
Bárbara Pastor, sea una suerte de llave maestra del acceso a la felicidad
lexicográfica. Pero, al mismo tiempo, también se percata de la singularidad de
cada lengua, de lo que, para ella, significan esas voces que o no las conocemos
o no las usamos y que deberíamos rescatar para ensanchar nuestro mundo
perceptual y también el conceptual, para deleite de nuestros interlocutores.
Rescatar palabras del olvido es una forma de cortesía cívica a la que no deberíamos
ser ajenos, nadie.
Por las razones
anteriores, con qué placer he descubierto voces tan recónditas como Xeflis.
m. [LC] [HO] Àpat abundós, cuyo significante, por la propia fonçetica de
mi primera lengua, el español, me acerca más a la rechifla que propiamente al festín.
O como algo tan específico como a lo que hace referencia Alna. f. [LC]
[FIM] Mida equivalent a la distància del colze a la mà, que tanto me recuerda
al jeme español, la distancia que hay entre el pulgar y el índice completamente
separados…. O como el sinónimo de macarró [macarra, rufián]:
Arlot. 1 m. [LC] Home que viu a costa d’una dona prostituïda. No
es que el catalán sea especiañmente pudibundo, pero aún me acuerdo del «escándalo»
l´çexico que produjo la aparición, en Aló3, del epíteto con el que se saludaba
a Sue Ellen, una de las protagonistas de Dallas: ¡Ets una meuca!, que,
hasta ese momento, pocos o ninguno había usado en el habla normal y corriente. Beceroles
tampoco era muy conocida e hizo fortuna. Y ya se sabe que destronart palabras
que la han hecho es labor titánica, de ahí que, al encontrármela en el
crucigrama, me llamara tanto la atención Beabà. m. [LC] Beceroles .
El nen ja sap el beabà. Imaginemos que cara nos pondría alguien si le dijésemos
que nos acercase la Desca, que es para el IEC una Panera plana de
forma ovalada. Jamás oída ni leída en 43 años de exquisita atención a la
lengua, no sé qué sería más útil para los hablantes: reciclar el diccionario y
expurgarlo de lo desconocido o promover por tierra, mar y aire la recuperación
de ese caudal de voces que ahora languidece en la sepultura del IEC y en el
sueño húmedo de los filólogos desatendidos. Descuiden, no soy de quienes ponen
en un brete a los amigos pidiéndoles la desca en un convite; pero sí de
los que puede llamar indirectamente su atención sobre una voz tan hermosa: “¿Heu
vist quina desca més maca que he comprat…?” Caso muy distinto es el de
voces que ni por asomo han cuajado en el castellano, aunque bien hubieran
podido hacerlo, porque, como ocurre en el caso de Goètic. adj. [AN]
Relatiu o pertanyent a la goècia: f. [AN] Màgia negra, también en
castellano un autor como Julio Caro Baroja la ha usado en sus libros de
antropología con absoluta propiedad. Ya, ya, un estudioso no hace verano léxico
en el diccionario de la RAE, por supuesto, pero es voz con cierto encanto que
debería haberse incluido en él. No sé si en la traducción catalana de las
aventuras de Harry Potter, de J.K. Rowlings, aparecen con frecuencia goétic
y goècia, pero difícilmente, salvo algún tratado sobre las bruixes
en la Edad Media, encontrarán mejor oportunidad de hacerlo.
Otra variedad distinta de voces es aquella que nos remite a
una voz existente que viene a ser casi un antónimo de la poco conocida,
pongamos or caso Bleda y Bledà -ana. adj.
[LC] Ufanós, que ostenta exuberància de bellesa o de salut. Ésser un o
una bleda se define en el IEC como m. i f. [LC] Persona no gens
espavilada, mancada de vivor, de tremp. És una bleda assolellada. No en farem
res, d’ell: és un bleda; todo lo contrario, como se advierte, de bledà.
¡De lo que es capaz una simple tilde! Y
Sorpresas como el Ensus. Amunt,
pariente inequívoco de nuestro Suso o el Fotjar. v. intr. [LC]
[ZOA] [AGR] El porc, el senglar, furgar la terra amb el morro, que, acaso
por su cercançia fonética a nuestro follar, quizás haya retraído de su
uso, excepto en las zonas rurales, porque el hozar de los cerdos, sobre
todo si buscan trufas ha de ser, por fuerza, un verbo socorrido. no digamos ya, para hecho sorprendente, que
una voz como Maimò -ona. 1 adj. [LC] Que fa les coses amb gran
lentitud, ronsejant, que da en castellano Maimón (Del ár. clás.
maymūn ‘fausto’) 1. m. mico (‖
mono), tenga tan marcada divergencia de significados. No ocurre así con Talma. f. [LC]
[ED] Esclavina llarga que serveix d’abric y nuestra correspondiente Talma.
(De F.-J. Talma, 1763-1826, célebre actor trágico francés) 1. f.
Especie de esclavina usada por las señoras para abrigo, y por los hombres en
vez de capa, dado que ambas proceden de un nombre propio, algo así como las
rebecas que se pusieron de moda tras la película de Hitchcock de idéntico
nombre. Una última sorpresa es la que me he llevado al reconocer en el Tois
-ïssos, nuestro Toisón de oro, orden y condecoración inspirados en la
leyenda de los Argonautas y el toisón de oro, como se deduce, efectivamente del
significado que recoge el IEC: Toís -ïssos. m. [LC] [AGR] Cap de
bestiar de llana d’un a dos anys, quan ja es pot tondre.
Podría seguir trayendo a estas páginas muchos más ejemplos,
no se le oculta a nadie que sea aficionado a los crucigramas, una fuente
inagotable de enriquecimiento léxico; pero conviene no abusar de la paciencia
de los menesterosos lectores, para quienes solo tengo un agradecimiento
infinito por haber tenido la gentileza de distraer sus ojos de más altas
lecturas para pasar su mirada por estas líneas a flor de léxico. Gracias.
No recuerdo cuando fue la primera vez que supe de la existencia de estos maravillosos crucigramas. De niño mi padre me leia sus definiciones mas accesibles a modo de acertijo, y ahora, comparto con mi pareja (la cual fue alumna tuya y admiradora de tu forma de enseñar) ratos de exprimirnos los sesos mutuamente, para luego acabar maldiciendo con una sonrisa en la boca al mismo que escribe esas definiciones. Ahora cualquier otro crucigrama nos parece insulso en comparacion con los de Fortuny.
ResponderEliminarSaludos
¡Caramba, qué sorpresa! Y más aún que una pareja, como la mía con mi Conjunta, sea amante de los crucigramas "trencaclosques" como los de Fortuny y, en menor medida, de Serra. Espero, aunque sea retrospectivamente, no haber sido nunca injusto con una alumna mía. En todo caso, los profesores siempre hemos de acabar pidiendo disculpas a nuestros alumnos por haber tenido, ellos, la mala suerte de haber sido, nosotros, sus profesores. Pero la buena intención -de esas de las que está empedrado el infierno, según Samuel Johnson- no se nos puede negar, al menos a mí... Un saludo muy cordial.
EliminarNi mi pareja ni yo (que también fui alumno tuyo) sentimos nunca haber recibido un trato injusto puesto que, de haber sido así, no hubiésemos acabado (tras un ataque de nostalgia) buscando en las redes ese buen hacer que nos cautivó a mediados de la primera década de este siglo. Todavía guardamos buen recuerdo de alguno de tus hàbitos como "el aforismo del día", o de los anàlisis sintàcticos que tantas horas nos ocuparon entonces.
EliminarEspero que el uso del lenguaje reflejado en estas lineas no te incite a rasgar tus vestiduras. La comodidad moderna de los correctores, junto con la incapacidad de mi teléfono móvil para reproducir tildes cerradas en según que vocales y la poca memoria que me caracteriza, me han llevado a olvidar algunas normas lingüísticas aprendidas aquellos años.
Saludos cordiales.
Para bien o para mal, la expresión de cada cual, como decía Cervantes, "es hija de sus obras", y los profesores no influimos tanto en las habilidades que los alumnos ya traen de casa, si acaso podemos orientar algo o corregir algún pequeño defectillo, pero nada más. Me alegra que aún haya personas sujetas a "ataques de nostalgia", porque, aunque no siempre lo de "cualquier tiempo pasado fue mejor" es cierto, sí lo es que a veces los buenos recuerdos tienen un poderoso efecto sobre nuestras vidas. Me alegro de no haberles defraudado en este reencuentro. Además de este blog misceláneo, pueden encontrarme aquí: http://elojocosmologicodejuanpoz.blogspot.com/ y aquí: https://diariodeunartistadesencajado.blogspot.com/, dedicados a dos de mis pasiones: el cine y la literatura. Por otro lado, acaso algo de aquel estilo de reflexión que yo solía usar en mis clases lo encuentren en mi último libro publicado: https://oporteteditores.com/el-tesoro-olvidado/.
EliminarY vale, que prefiero no arruinar yo ese buen recuerdo que tanto agradezco y que tanto justifica mi dedicación docente.
Un saludo afectuoso.