Al
cúmulo de ridiculeces conseguido por el secesionismo catalán desde que sus
promotores románticos decidieron jugárselo todo a la única carta de la creación
de un estado viejo, casposo, totalitario y muy xenófobo, y cuya prolija
enumeración equivaldría retórica y musicalmente, si fa no fa, en extensión a un
monólogo del club de la comedia, único teatro donde dichas aspiraciones pueden
hallar la audiencia que las aprecie en lo mucho que valen como entretenimiento;
a ese cumulonimbo, para ser más exacto, cuya definición en la wikipedia
describe a la perfección el fenómeno secesionista, a poco que se domine el arte
malicioso de la hermenéutica y se sepan leer con propiedad las crípticas
señales atmosféricas:
Los cumulonimbus o cumulonimbos son nubes de gran
desarrollo vertical, internamente formadas por una columna de aire cálido y
húmedo que se eleva en forma de espiral rotatorio. Su base suele encontrarse a
menos de 2 km de altura mientras que la cima puede alcanzar unos 15 a 20 km de altitud.Estas nubes suelen producir lluvias
intensas y tormentas eléctricas, especialmente cuando ya están plenamente
desarrolladas. Se abrevia Cb. *
a ese cúmulo, digo, se suma ahora el parón
estival que sin duda afrontará dicho movimiento hiperconcienciado cuyos aguerridos y pederàsticos militantes, como
cualquier hijo de vecina, se sentirán agobiaditos por los calores del julio y
el agosto.
Se
ha de tomar nota de que semejante pausa bimestral, cuando el destino de un
pueblo pende de una consulta y se necesita no solo la movilización de un día de
fiesta, sino la “decidida y férrea voluntad de todo un pueblo por escoger su
propio destino”, según la retórica secesionista al uso y al abuso, choca más
que mucho con la idea de que tal secesión constituya de facto una necesidad de
esa parte del pueblo catalán que, teóricamente, no puede soportar por más
tiempo el estado de esclavitud a que lo tiene reducido el bárbaro imperio
español.
¿Cómo
es posible –se pregunta mi ingenuidad congénita – que sea compatible broncearse
en la playa, visitar Lanzarote, recorrer las Rías Bajas, alquilar un
apartamento en Málaga o irse al Caribe con la dedicación exclusiva que exige la
liberación de un pueblo oprimido y maltratado? Ignoraba yo, que tantas cosas
ignoro, que una secesión se llevara a cabo en horas laborables robadas con no poco riesgo a la empresa, o que sea, por
así decirlo, una actividad extraescolar, aunque quizás el hecho de la presencia
de tanta criatura abusada ideológicamente justifique lo de la extraescolaridad…
La épica de la liberación nacional se resiente un poco cuando uno busca los
frescos aires de la Sierra de la Vera en Extremadura o del Vallle del Jerte
-¡territorios tan enemigos!- para realizar caminatas que nos reconcilian con la
naturaleza, y cuando todo ha de fiarse a
la concentración en días señalados que no estorben el trabajo nuestro de cada
día, que el jefe –no fotem!– no está para hostias secesionistas y el curro está ahora más que
chungo…
Me
temo que para las próximas Navidades, el caganer de éxito será el del secesionista
en Puerto Vallarta…
*(Me tomo la libertad de usar el texto porque contribuyo modestamente a la supervivencia de la wikipedia, por supuesto)
*(Me tomo la libertad de usar el texto porque contribuyo modestamente a la supervivencia de la wikipedia, por supuesto)
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